El plan de ajuste del Gobierno español está cifrado en 15.000 millones de euros como objetivo de ahorro… pero resulta que el gasto militar en España es de más de 18.000 millones de euros anuales. Recordemos que este plan de ajuste está poniendo al borde del abismo a la sociedad, a la política y a la economía españolas… pero sin tocar un milímitero ni a los ricos ni al gasto militar (guerras, fabricación y compras de armas, etc.).
Del desarrollo de esta crisis, provocada por los grandes especuladores internacionales de capital, uno puede extraer ya, al menos, estas tres enseñanzas: 1ª) las altas instancias políticas son cómplices y correas de transmisión de los intereses de los grandes capitales, carecen de autonomía real y, en consecuencia, vivimos en una falsa Democracia que no duda en atacar frontalmente las necesidades (educación, empleo, salud, pensiones, función públlica, etc.) de la mayoría de la población, 2ª) las tradiciones emancipatorias de izquierda no logran frenar una dura derechización general no sólo de la economía, sino también de la cultura y de los valores éticos de la sociedad, y 3ª) realidades como el militarismo, la opción por las guerras y el rearme, la insolidaridad internacional respecto a los millones de seres que pasan hambre y necesidades en el mundo, etc., se imponen sin más.
Ya se han presentado iniciativas (de Izquierda Unida y de Esquerra Republicana) en el Parlamento para que se reabra el debate sobre los gastos militares en España. Pero la sociedad misma, en la que trabajamos los grupos por la Paz y la Noviolencia, también tiene que abrir el debate de forma muy clara: ¿podemos admitir que haya más de 4 milllones de parados y paradas cuando sólo, por citar un ejemplo, en el gigantesco avión de transporte militar A400M el gobierno español tiene previsto gastarse la friolera de 3.000 millones de euros para comprar 27 de estos artefactos de guerra?. ¿Podemos admitir que se congelen las pensiones de nuestros mayores para que el gobierno tenga dinero para pagarse sus oscuras aventuras militares en Afganistán?.
El despilfarro de los gastos militares, las guerras, el rearme y la insolidaridad más descarnada son una locura y un atentado contra la dignidad humana. No debemos permitirlo y no debemos permanecer callados ante estos gravísimos hechos.