miércoles, 23 de diciembre de 2020

El militarismo avanza, la democracia retrocede.

El peligro de democracia vacía, de derechización extrema, de racismo, de conversión de la política en violencia, de quiebra de los derechos humanos, etc., no viene solo vía Vox. También viene, y sobre todo, por una política exterior descaradamente militarista, violenta, depredadora, armamentista. Nuestro país es visto exteriormente según la política Exterior y de Defensa que desarrollamos. Ser el 6º país exportador de armas del mundo nos coloca a la cabeza del militarismo en el ámbito internacional. Lo único que nos falta es el arma nuclear, por lo demás, somos, desgraciadamente, punta de lanza de la OTAN y de la VI Flota. 

Así que no es extraño que ayer la prensa del estado nos ofreciera esta información (sin análisis político, militar, etc.) acerca de las cifras, de las cantidades, de exportación de armas (sobre todo aviones A400M que se ensamblan en Sevilla):

https://elpais.com/espana/2020-12-22/record-de-autorizaciones-de-ventas-de-armas-22545-millones-en-el-primer-semestre-de-este-ano.html

Pero el mismo redactor de la noticia nos advierte:






Tica Font, especialista del Centre Delas, lo deja claro: el incremento progresivo del negocio de la fabricación y venta de armas de guerra españolas es resultado de decisiones políticas totalmente decantadas hacia la guerra:

 

Además, no hay que desvincular ese productivismo industrial militarista con otras relevantes cuestiones: el gasto militar creciente (https://www.youtube.com/watch?v=jv9SV5NxO-s) y las relaciones político-militares de calidad intervencionista, beligerante, militarista sin tapujos. Así que estas serían las tres patas de un verdadero golpe de estado bajo el que vivimos: 1º.-fabricación/exportaciones de armas a todo trapo, 2º.-incremento del gasto militar y 3º.-intervenciones (al amparo de la OTAN) en diversos escenarios de guerra o de tensiones crecientes. Es decir, una MILITARIZACIÓN brutal como no la habíamos conocido hasta aquí, acompañada, quizás sería la cuarta pata, de un sobredimensionamiento social-cultural de las FAS en denodadas campañas a favor de los valores militares, la patria, la bandera, el orgullo español...

Habrá quien piense que confundo militarización con golpe de estado militar, más pienso que no, ya que una y otra realidad están basadas en la fuerza y en la anulación del poder civil. El militarismo es un orden de cosas, político y económico, sobre todo, donde el uso de la fuerza por el estamento militar y sus conexiones son el vector determinante, dirimente, coadyuvante y ejecutivo de los objetivos de un país o alianza colonialista de un determinado bloque frente a otros.

Se permite votar cada 4 años, pero no se permite la más mínima opinión en materia de política Exterior y de Defensa, no se permite que el país se aparte del militarismo más brutal. Se obedece a EE.UU., se prorroga el tratado militar que firmó Franco en los años 50 y nada más.