viernes, 13 de agosto de 2021

Separar al ejército de la iglesia, ¿para cuándo?

Es asombroso que en el s. XXI la iglesia esté metida, como fruto de la herencia viva del franquismo, en TODAS las instituciones hasta la médula. En el caso del ejército es un escándalo institucional, político y moral de grandes dimensiones que atenta a bocajarro contra la Constitución.

Las noticias al respecto son no ya numerosas, sino absolutamente diarias: https://www.lamarea.com/2021/08/12/defensa-amplia-el-gasto-en-sacerdotes-43-millones-de-euros-en-2020/.

Por ejemplo: el Jefe de las Fuerzas Armadas, perteneciente a una "Casa Real" que está acusada públicamente de beneficiarse a gran escala del bien público, trata de protegerse con las bendiciones de la iglesia católica:


La iglesia se presta gustosa a este juego y continúa apostando, como en la Edad Media, por instituciones como el arzobispado general castrense (https://www.arzobispadocastrense.com/) y rubricando las agresivas políticas de la OTAN en tantos escenarios: https://www.youtube.com/watch?v=4IoF8BhhqHk

Es un escándalo SIN MEDIDA que la iglesia católica sea un apoyo moral de la política depredadora, armamentista e intervencionista de países como España en materia de "Defensa". Obligar a todo los españoles a pagar el credo religioso de una parte de las Fuerzas Armadas es INSOSTENIBLE. Obligar al estado español a ser un abanderado de unas determinadas ideas religiosas es PURA ANACRONÍA.

Una iglesia católica que, muda y ciega, apoya el militarismo que está desarrollando hoy la OTAN en medio mundo es UNA GRAVÍSIMA IRRESPONSABILIDAD y, sin ningún género de dudas, una situación descaradamente inconstitucional.