Este viernes tuvo lugar en Jerez una manifestación por todo el centro de la ciudad donde acudimos muchas personas, más de 500, convocadas por los acampados de Democracia real ya. Estuvimos andando en completo silencio por la calle Larga, Cristina, Tornería, Plateros y Consistorio. La gente aplaudía y la policía local ayudaba a que no hubiera problemas de tráfico. La demostración de civismo y de noviolencia de toda la ciudadanía ha sido espectacular, y no sólo por el comportamiento exquisitamente pacífico y democrático demostrado, que también, sino sobre todo por la conciencia política clara y comprometida de que no podemos consentir, nadie puede consentir, la corrupción política, la injusticia de la legislación electoral, la indignidad a que nos quieren someter al no generar puestos de trabajo mientras los bancos se enriquecen, la violencia que supone que en Jerez, el año pasado, haya habido 1.000 deshaucios, etc.
Esta manifestación tuvo lugar en solidaridad con los compañeros y compañeras acampados en la plaza de Cataluña (Barcelona), los cuales fueron apaleados brutalmente por la policía. Desde aquí apoyo que se abra inmediatamente una investigación al respecto y se proceda, si hay indicio de delito, a procesar a los policías que intervinieron en esta intolerable tropelía en Barcelona.
Durante la manifestación, sin embargo, algunos participantes regalaron flores y aplausos a la policía local de Jerez con la idea de transmitirles, si no interpreté mal el gesto, el mensaje de que son infinitamente más importantes su conciencia y su persona antes, mucho antes, que su uniforme. Ningún policía, ningún comisario, ningún ministro en ningún despacho, debería apalear o dar orden de apalear a quienes simplemente reclaman Libertad y Dignidad. Cuando una orden es radicalmente injusta la policía, los soldados, etc., deben desobedecerla sin contemplaciones. Así lo hizo, en general, la policía y el ejército en Túnez y Egipto. Se negaron a masacrar al pueblo. Por esta razones, si no interpreto mal, se regalaron flores y aplausos a la policía, un poco para, desde el corazón, decirles: lo que han hecho vuestros compañeros de Cataluña es inadmisible; y no olvidéis que sois trabajadores como nosotros, nada de obedecer órdenes injustas cuando, como sabéis, se está humillando a la ciudadanía, nada de obedecer órdenes que van contra los Derechos Humanos. Se aplaudió y se regalaron flores a la policía, aunque desde el dolor de sentir en nuestros corazones lo que ha sucedido en Barcelona.