martes, 10 de enero de 2017

El rey incita a la guerra y el arzobispo castrense habla de "paz"... y no se despeinan.


En el discurso pro PP y pro OTAN del rey, hace unos días en la anacrónica Pascua Militar, se habla de: "nuestra voluntad de actuar, junto a nuestros socios y aliados y al amparo de la legalidad internacional, en las diferentes regiones consideradas estratégicas para nuestra Nación. Debemos seguir firmemente implicados en la tarea de hacer un mundo más seguro y de esta forma demostrar nuestro  compromiso pleno con la seguridad y defensa colectivas". Es un llamado sin ambages a la política militarista de España que se ha desatado en estos años de gobierno del PP, años de actuación "en las diferentes regiones consideradas estratégicas para nuestra Nación".

No haré comentarios sobre las impúdicas y obsesivas autofelicitaciones del rey a Él mismo, a la casa real, a sus tareas como jefe de estado y mando supremo de las fuerzas armadas, etc. Tampoco diré nada de la ideologizada y politizada manía del rey Felipe VI de confundir "la seguridad" con esta seguridad (puro belicismo) a la que el PP quiere acostumbrarnos. Considero políticamente aborrecible la justificación del rey de la política del PP y el aumento del gasto militar ("modernización" dice él):

"Hay que seguir apostando por el proceso de modernización que nos permita tener tanto la operatividad como la perspectiva necesarias para ir siempre por delante, porque no podemos dejarnos rebasar por los nuevos escenarios y los desafíos actuales, cada vez más cambiantes e imprevisibles. De esta manera conseguiremos que nuestras Fuerzas Armadas y la Guardia Civil sigan siendo, además, una herramienta de singular trascendencia en la acción exterior del Estado.
La participación en maniobras y ejercicios combinados en el ámbito internacional, nuestra presencia en las misiones de la UE, de la OTAN o de Naciones Unidas, y el apoyo a países en situación de inestabilidad integrándonos en fuerzas multinacionales, son ejemplos de la proyección exterior que debe seguir manifestándose en el futuro, ya que demuestra nuestro esfuerzo solidario por la paz y la estabilidad internacionales y genera confianza en nuestro país".
Hablar del "terrorismo internacional" como clave de bóveda que justifica el militarismo español es, además de un topicazo peligroso, un mensaje claro a seguir participando en todas las aventuras militaristas del PP frente a Rusia, en la operación Atalanta, en el Mediterráneo, en Irak, en Malí, etc., etc. Hablar encubiertamente de aumento del gasto militar es oponerse claramente a las necesidades sociales, es dar la espalda a la gente e incitar irresponsablemente a las guerras y la destrucción de otros países. Llamar a todo esto "esfuerzo solidario por la paz y la estabilidad internacionales" es querer engañar a la ciudadanía justificando las guerras, arengando a la población a los conflictos armados internacionales, a la guerra santa contra el yihadismo y haciendo del belicismo de Occidente el supuesto baluarte de la paz. 

Y como guinda, aludiendo al recurso de haber estado Cervantes en la batalla de Lepanto, el rey, en su discurso, termina diciendo que es el ejército quien defiende la paz en silencio... "El poeta soldado, como ha sido llamado, puso en labios de Don Quijote, en su discurso de las armas y las letras, la afirmación de que “las armas tienen por objeto y fin la paz, que es el mayor bien que los hombres pueden desear en esta vida”. Quiero terminar mis palabras con el deseo de que este año nos traiga esa paz por la que vosotros veláis en silencio..."

Y mientras este discurso obcecadamente militarista es desarrollado por un rey que se dedica a vender una gran cantidad de armas de guerra españolas a Arabia Saudí se da la espalda a los refugiados y ocurre esta ignominia en la propia Europa (Serbia, Grecia...):



DISCURSO DE FELIPE DE BORBÓN, JEFE DE ESTADO:

DISCURSO DE LA MINISTRA DE DEFENSA:



EN ANDALUCÍA (SAN FERNANDO, Marina de Guerra): discurso a partir del minuto 3:20


Recortes de prensa sobre la Pascua Militar:
-ABC:
-MELILLA:
-CEUTA:
-EL PERIÓDICO:


En fin, tampoco se queda corto el arzobispo castrense de España Juan del Río, quien remata todo lo anterior con una pastoral por la "paz" que causa indignación:


¿Este cartel del arzobispado castrense contrapone la guerra a la noviolencia o la equipara?; no lo sabemos bien... porque quien lo firma es el arzobispo castrense, quien es posible que piense, dada su profesión, que es posible hacer la guerra para instaurar la noviolencia...





Que la cultura de paz no sería posible sin los "esfuerzos" de los militares y los capellanes castrenses... qué coincidencia tan exacta con la terminología usada por el rey en el discurso de la Pascua Militar:


La noticia:
 
Pastoral completa: