El poder militar exhibiendo su fuerza, la iglesia con sus viejas tiaras y arcaicos cetros aparentando ostentar la potestad divina de quitar y poner reyes, los reyes alardeando de ser bendecidos por la divinidad, y de músculo marcial y de supuesta fuerza moral... todo exactamente como en la Edad Media. Una parte rancia de España sigue queriéndose vincular a las viejas glorias imperiales con himnos que sonaban iguales en el régimen franquista y mohosas escenas ortodoxas de siempre.
Esta Ofrenda al Apóstol Santiago 2021, que viola los principios constitucionales de laicidad del estado español, muy pronto servirá a los etnólogos como material de estudio para analizar, sorprendidos, la regresión política y cultural en la España del s. XXI como efecto reactivo ante la globalización y otros lópeces.
¿Pero es esta la Casa Real que se ha lucrado con los negocios de ventas de armas y que ha denunciado la prensa española recientemente?, ¿es esta la Casa Real cuyo monarca de cabecera ha tenido que abdicar y fugarse a Arabia Saudí acusado de gravísimos delitos contra el bien público?, ¿es esta la Casa Real que algunos prohíben investigar en el Parlamento Español?, ¿es la Casa Real que Franco colocó en escena para que, durante la Transición, nada cambiara...?
Diríase que estos jóvenes e ilusos reyes, como en un reportaje para revistas del corazón (https://www.youtube.com/watch?v=e-43MqiUSMY), se dejan fotografiar y lucen sus mejores galas para, en breve, porque ya no hay otra solución a los problemas que los mismos Borbones han generado, abandonar para siempre su look, sus poses, sus flash y sus sonrisas o gestos compungidos según toque.
¿Cuánto dinero habrá costado este acto al erario público?, ¿cómo se presta la provocadora iglesia española a seguir monopolizando los actos de estado, imponiéndose a la ciudadanía?. Qué medievalismo tan retrógrado, repetitivo y vacío.