==================================================
Donald Trump, del que un prestigioso grupo de expertos psiquiatras ha dicho que no es apto para poder gobernar (https://www.df.cl/noticias/internacional/actualidad-internacional/grupo-de-psiquiatras-en-eeuu-firman-carta-advirtiendo-sobre-los/2017-02-14/171429.html), acaba de hacer unas declaraciones genocidas sobre el aumento de las armas nucleares USA y sobre la inutilidad del nuevo tratado Start. Esto es, desde el punto de vista de la paz internacional, lo más grave que se haya oído desde hace años. El lóbrego alcance de sus palabras es por el momento impreciso, pero su anuncio de rearme nuclear estadounidense solo puede conducir a lo peor.
El estado español, a través del convenio bilateral con EE.UU., quien ha aumentado la potencia militar de Rota y Morón muy notablemente, está fuertemente implicado en la estrategia nuclear de la OTAN. El gobierno de Mariano Rajoy apoya, con su descarada complicidad, las políticas de Estados Unidos en materia militar e intenta guardar las apariencias respecto a la implicación directa que las bases militares yankis significan en toda la región del flanco sur de la OTAN.
Alberto Garzón le acaba de preguntar al ministro Dastis qué pasa si Trump usa las bases de Rota y Morón como lanzadera de ataques nucleares:
El Partido Popular no solo ha ampliado la capacidad estratégica de Rota y Morón, sino que además quiere vender armas a Arabia Saudí, quiere aumentar el gasto de Defensa a un 2% del PIB, ha saludado sumisamente la elección de Trump, etc. Su sumisión al Pentágono es total.
Nervioso, dubitativo, agarrándose a un clavo ardiendo, Dastis cita para defenderse el hueco tenor del artº 11.1 del convenio: "La instalación, almacenamiento o introducción en territorio español de armas nucleares o no convencionales o sus componentes, quedarán supeditados al acuerdo del gobierno español", aunque el ministro de exteriores no dice nada respecto a lo que se dice en el artº 12, a saber, que en caso de conflicto las partes resolverán de urgencia "sin perjuicio del derecho inherente de cada parte a la directa e inmediata legítima defensa", es decir, sin pedir permiso a nadie.
La mentalidad tradicional de Rusia de somos los amenazados, los agredidos, sigue siendo peligrosamente clásica a favor de la guerra fría, es decir, a la mutua amenaza controlada:
Trump también ha señalado, dinamitando todos los límites de la prudencia, que es China quien está haciendo posible que Corea del Norte siga adelante con sus ensayos de misiles. Este mensaje a China es también peligroso en la medida en que el rosario de enfrentamientos del Pentágono con la gran nación asiática es intenso y duradero, con Japón de fondo.
El conjunto de estas situaciones (USA/Rusia/China), más lo que sigue sucediendo en Oriente Medio, más el contencioso iraní que Trump parece dispuesto a reavivar, etc., es alarmante en grado extremo. Por nuestra parte haremos bien no ya solo en alzar nuestra voz en todos los foros internacionales que podamos para denunciar estas espirales de violencia de los estados más potentes del planeta, sino también por hacer cuanto sea posible para que España no quede implicada en las holocáusticas políticas de unos y otros.
Trabajar a fondo para denunciar definitivamente el tratado bilateral España-USA, salir de la OTAN y desmantelar las bases militares de Rota, Morón y Gibraltar, ha de seguir siendo el norte del movimiento por la Paz de este país. La izquierda debe organizarse para revitalizar su programa político tanto frente al rearme y el belicismo genocida de Trump como frente al de sus nuclearizados oponentes. Hay que recuperar inmediatamente el NO A LA GUERRA con iniciativas permanentes, sólidas, bien planeadas, operativas, coordinadas por distintos partidos y organizaciones que sepan ver la urgencia de actuar por la Paz ya.
El conjunto de estas situaciones (USA/Rusia/China), más lo que sigue sucediendo en Oriente Medio, más el contencioso iraní que Trump parece dispuesto a reavivar, etc., es alarmante en grado extremo. Por nuestra parte haremos bien no ya solo en alzar nuestra voz en todos los foros internacionales que podamos para denunciar estas espirales de violencia de los estados más potentes del planeta, sino también por hacer cuanto sea posible para que España no quede implicada en las holocáusticas políticas de unos y otros.
Trabajar a fondo para denunciar definitivamente el tratado bilateral España-USA, salir de la OTAN y desmantelar las bases militares de Rota, Morón y Gibraltar, ha de seguir siendo el norte del movimiento por la Paz de este país. La izquierda debe organizarse para revitalizar su programa político tanto frente al rearme y el belicismo genocida de Trump como frente al de sus nuclearizados oponentes. Hay que recuperar inmediatamente el NO A LA GUERRA con iniciativas permanentes, sólidas, bien planeadas, operativas, coordinadas por distintos partidos y organizaciones que sepan ver la urgencia de actuar por la Paz ya.
