La veo a usted en televisión y de verdad que me hecho a temblar. Creo que usted no sabe nada de seguridad y defensa. No sabe lo que son las guerras, ni las fuerzas armadas, ni el sufrimiento humano descomunal que causan las guerras y los gastos militares. Verla imitando aires de marcialidad, como ya le he visto, pasando revista, me parece, sencillamente, un puro paripé de usted. Usted misma no se cree que sea ministra de Defensa. De verdad que se le nota a leguas. Solamente busca poder (sin soltar amarras de la secretaría general del PP). Sus gestos faciales estereotipados, ahora marcializados, la delatan. Pero la pasearán, es cierto, por maniobras, frentes de combate, negociaciones militares, vistosas botaduras de nuevas naves de guerra… porque usted viste bien, eso sí lo tiene.
No tengo ninguna confianza en usted ni en quien la ha nombrado, que sigue en la sombra de la más grave corrupción que hayamos vivido en democracia. Y quizás tengo todavía menos confianza en usted que en el anterior ministro de Defensa, un alto ejecutivo de las empresas de armas de guerra de este país. Lo que están haciendo ustedes (potenciar la exportación de armas, ampliar las bases de Rota y Morón, acudir a todos los frentes de combate, aumentar los gastos militares, etc.) me parece profundamente peligroso y antisocial, no digamos ya antidemocrático y lejano a toda concepción coherente de la solidaridad internacional y de los derechos humanos. Aunque... ahora su minoría en el parlamento les va a sacudir, seguro, contundentes lecciones por parte de la oposición. Veremos qué cara pone usted cuando la oposición le espete un par de noes (esperemos que el PSOE no traicione también el NO A LA GUERRA de 2003) a cualquiera de las locuras que la OTAN le ordene a Mariano Rajoy y usted quiera presentar en la cámara como bálsamo de fierabrás (joder, y tan fierabrás).
Usted no ha empezado a despachar
con los generales y ya me tiene cansado y asqueado. Usted no tiene, ni
siquiera, la confianza de las FAS. Solo le avalan -aunque esto no es poco,
obviamente- la OTAN y las fábricas de armas. El pueblo, la ciudadanía, la
recuerda por sus intrincadas explicaciones acerca de las actividades contables
de Luis Bárcenas en su partido. Verá cómo esta pesada sombra afecta a su
gestión… que tiene que ver con la seguridad de un país. Verá cómo no logra
convencernos -su leit motiv, con toda seguridad- de que hemos de aumentar los
gastos militares.
La veo repitiendo ya, como
enfebrecida, toda la retahíla de argumentos manidos y tópicos razonamientos
apocalípticos acerca del yihadismo. La veo ya radiando al mundo que La Legión
es garantía de la paz en el mundo, y cosas de este calibre. También espero de
usted inolvidables escenas en materia de cultura
de paz: niños manejando armas en visitas a cuarteles, sórdidos congresos de
estrategia militar pro OTAN, etc. El indescriptible Pedro Morenés inauguró un
monumento a Gandhi, seguro que usted inaugura otro a Luther King. Ya la estoy
oyendo parlotear acerca de la necesaria militarización del Mediterráneo para evitar que los traficantes de personas
traigan más emigrantes indefensos y hambrientos. Ya la estoy viendo en Malí
vestida de caqui y en Arabia Saudí concertando increíbles contratos para la
guerra contra Yemen. Ya la oigo pregonando las excelencias del nuevo orden
militar impuesto a cañonazos en las costas de Somalia gracias a la operación
Atalanta. Ya la estoy padeciendo aquí en Rota y en Airbus Military (Sevilla) tirando
con gracia una botellita de champán al próximo A-400M que salga de la planta de
San Pablo. La veo recibiendo soldados del Líbano que regresan a sus acuartelamientos
en Córdoba y Almería para cambiar turno, presidiendo -dolorida- funerales
militares, gritando entusiasmada viva España, sonriendo a las tropas
norteamericanas y británicas en el Estrecho de Gibraltar, poniéndose gallita
cuando encarte ante el ministro de la roca, despachando con el rey que es
generalísimo (creo) de las FAS españolas, confraternizando con los periodistas
que hablan de Defensa aleccionados previamente por sus técnicos. La veo, en
definitiva, dando la espalda a la Paz sin contemplaciones, y metiendo sus
inocentes manos en las arcas públicas para sufragar las guerras que en el mundo
son.
Usted, como robot bélico, me
aburre ya soberanamente. Y me da miedo. Más miedo aún que me daba Pedro
Morenés, el cual no engañaba a nadie (porque todos sabían muy bien de qué iba y lo que,
efectivamente, ha hecho). Seguro que usted nos somete a todos a un discurso insufrible, mortificante, acerca de que nos podrían atacar las fuerzas demoníacas de Star
Wars. Usted, impertérrita, intentará hacer de los atentados en Madrid de 11 de
marzo de 2004 motivo para una nueva santa cruzada.
A partir de ahora la llamaré, sin más contemplaciones, doña Finiquito Serendipia, por lo de la explicación de la liquidación de Bárcenas y porque, teniendo en cuenta que se hablaba de Esperanza Aguirre como nueva ministra de Defensa, es usted, una serendipia (nota 1), es decir, al fin y al cabo, un hallazgo mejor, lo reconozco, que la inefable madrileña de sonrisa cuchillera y doble de Rita Barberá.
A partir de ahora la llamaré, sin más contemplaciones, doña Finiquito Serendipia, por lo de la explicación de la liquidación de Bárcenas y porque, teniendo en cuenta que se hablaba de Esperanza Aguirre como nueva ministra de Defensa, es usted, una serendipia (nota 1), es decir, al fin y al cabo, un hallazgo mejor, lo reconozco, que la inefable madrileña de sonrisa cuchillera y doble de Rita Barberá.
¿Sabe?. Creo que me gustaría entrevistarme
con usted, porque tengo, quizás, una extraña tendencia natural al vacío. Así, me
gustaría que habláramos y me explicara lo mismo que, con entereza y humanidad,
le preguntaba Gabriel Rufián el otro día: ¿quiere
usted que comamos balas y durmamos en tanques?. Aunque seguro que mi pobre
corazón temblaría en semejante entrevista, le pido que nos veamos y me comente usted qué piensa de las
guerras, cuánto dinero más intentará que paguemos para financiarlas y si nos va
a implicar de lleno, llegado el caso, en una conflagración regional en Oriente
Medio.
Doña Finiquito Serendipia, espero su llamada.
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-Secretario de Estado de Defensa Agustín Conde (ex alcalde de Toledo): http://www.publico.es/politica/nuevo-secretario-defensa-homofobo-anti.html
2013
Nota 1: significado de serendipia
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Serendipia