martes, 3 de septiembre de 2019

¿Cómo es posible que la guerra no preocupe a nadie?


La guerra preocupa poco... Los medios de comunicación hacen su agosto con otros asuntos, también importantes, y distraen a la población con otros temas. Entre los importantes: el cambio climático sí preocupa. Los asesinatos de mujeres sí preocupan. Los presupuestos generales del estado y la investidura o no de Pedro Sánchez sí preocupan. El brexit también preocupa... Pero las guerras y el militarismo, las armas nucleares, el racismo brutal contra el pueblo palestino, la destrozada Siria, el aumento de los gastos y las instalaciones militares en España, las ventas de armas españolas a Arabia Saudí... estas cosas preocupan bastante menos.

Ya no hay, para ser más concretos, un gran movimiento popular contra el despliegue de armas nucleares en Europa (aunque estamos rodeados de armas nucleares por todas partes y se ha puesto en marcha una nueva carrera de armamentos). La guerra, el militarismo, preocupa poco a una población mecida por el consumismo y los muy ideologizados medios de desinformación.

En este contexto, me parece bien recordar de dónde venimos y cómo el debate por la Paz está presente en el movimiento obrero y en el pensamiento libertario prácticamente desde sus inicios. La paz y el pacifismo son asuntos, irremediablemente, ligados a los movimientos emancipadores a lo largo de la historia... aunque en este momento los poderosos estén consiguiendo apagar esa llama de lucha por la Libertad y la Solidaridad Internacional que es el NO A LA GUERRA.

Estos textos que recupero aquí, de la revista Tierra y Libertad de principios de siglo XX, nos recuerdan la importancia del debate por la paz para los intereses de los pueblos:

Tierra y Libertad, 13 de enero de 1905:


Los redactores de la revista T y L insertaron en el número de 6 de enero de 1905 este interesante artículo de Víctor Merig (si no leo mal el apellido) que recoge el debate interno del movimiento pacifista de la época, introduciendo, junto al pacifismo burgués y al pacifismo de cariz tolstoiano (a los que critica con dureza), un pacifismo antimilitarista que el autor defiende. Viejos textos que merece la pena recordar:

Fuente:
http://www.cedall.org/Documentacio/Castella/cedall203502000_Tierra%20y%20Libertad.htm