domingo, 22 de octubre de 2017

La vieja envoltura militarista del nacionalismo español.


Las acusaciones de la fiscalía general del estado de sedición y rebelión para ciertas conductas políticas que hemos visto desarrollarse en los últimos meses en Cataluña indica claramente cómo se las gasta el gobierno del PP, con el apoyo del POSE y Ciudadanos, cuando se trata de abatir al adversario político: suspender la democracia por la fuerza cuando el oponente (una gran parte de un pueblo expresándose en las urnas) no se doblega. En vez de llegar a acuerdos, en vez de esforzarse en encontrar soluciones viables que permitan una salida digna a la problemática planteada [a saber, un nuevo modelo territorial para España], se impone la fuerza y se encarcela a quien sea con el artero objetivo político de autofavorecerse electoralmente. Esto es la militarización de los conflictos: ejercer la fuerza, la coerción, la imposición de las ideas de uno a sabiendas de que el otro es, en principio, más débil. La estrategia es en este caso: echar una gran cortina de humo sobre los gravísimos problemas internos del PP (un grado de corrupción política e institucional sin precedentes) y hacer la guerra a "los separatistas". Un negocio redondo, de manual, basado en la detentación de la fuerza bruta. La política es una pantomima, lo que vale es quién tiene la fuerza.

Nada, absolutamente nada, podía venirle mejor a la sobrevivencia del PP en este momento que este conflicto catalán por el derecho a decidir sobre la autodeterminación. Por eso el ejercicio de la fuerza (deposición del gobierno autónomo de Cataluña) es para el PP como oxígeno puro para su enfermedad terminal. El PP ni sabe ni puede dejar de ejercer la violencia política: la ley mordaza (https://www.boe.es/boe/dias/2015/03/31/pdfs/BOE-A-2015-3442.pdf) es otro ejemplo de ello para intentar contener a la población más consciente que protesta por los "recortes sociales" practicados.

En este preocupante contexto, en el que no debemos olvidar citar la caída en picado de la institución monárquica por causas varias relacionadas con Juan Carlos I, continúa la arcaizante campaña de españolización de estos últimos años a base de desfiles de todo tipo, juras de banderas y concursos escolares (ver: https://www.youtube.com/watch?v=chCXUGaZhGo) enfocados a ensalzar a las Fuerzas Armadas... es como si la esencia de España fueran sus Fuerzas Armadas, como si el icono principal de la nación España fuera la exhibición de sus ejércitos, como si todo aquel que no ame lo militar -!!!vivan los tercios de Flandes¡¡¡- deba ser considerado como separatista, o yihadista, o antisistema, o antiespañolista. El Mº de Defensa, ideologizado por un PP sumamente agresivo, está proponiendo a la comunidad educativa, directamente, el éxito social y personal a través de la práctica de los valores militares: https://www.youtube.com/watch?v=NfEAG3BSlFA


Y sin embargo todo esto no es más, en mi opinión, que música de acompañamiento a otro asunto aún más principal: EL AUMENTO DE LOS GASTOS MILITARES EN ESPAÑA COINCIDIENDO CON LA EXIGENCIA DE DONALD TRUMP DE PROCEDER A UN REARME EUROPEO


Ciertamente, el debate sobre Cataluña está permitiendo al PP seguir maniobrando en otros terrenos de la vida social y política como si no pasara nada, como si tuviera carta blanca para continuar con los recortes sociales, confraternizar con la defraudación fiscal, consolidar la dura reforma laboral, subir los gastos militares... Es la España una, grande y libre, la del "sentido común", que defiende el inefable Rajoy.

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-Adoctrinamiento militar en las escuelas:
http://www.eldiario.es/sociedad/Defensa-Fuerzas-Armadas-reclutamiento_0_699230917.html


-INFORME SOBRE EL GASTO MILITAR ESPAÑOL: