domingo, 8 de diciembre de 2024

Cada pacifista es un fascista.



         Que quede claro que el pacifismo es, según la galardonada Anne Applebaum,  una trampa urdida por Putin. Que los pacifistas son la quintacolumna putinesca en suelo europeo. Que quienes defienden (defendemos) la paz y el desarme como el único camino viable de la humanidad son, somos, en realidad, los provocadores y sostenedores de las guerras. Que los pacifistas eran el mejor apoyo de Hitler y, en consecuencia, una clase de fascistas disfrazados. 

      Estos son, sin ningún tipo de matizaciones, ni de tapujos, ni de mayores argumentaciones, los directos mensajes de Anne Applebaum en su explosivo artículo, lleno de frases tópicas y arengas ultrabelicistas antirrusas: hay que enfrentarse militarmente con Rusia sea como sea, sea al precio que sea, en todo momento y con todas nuestras fuerzas, como Europa “otra vez” frente al totalitarismo... Y lo dice Anne Applebaum, premio de la Paz del Comercio Librero alemán en el año 2024. Así que la autora estadounidense-polaca aprovecha esta distinción por la Paz de los libreros alemanes para lanzar una arenga militar en toda regla (una arenga basada, especialmente, en un intento de acusación-degradación del pacifismo como delito contra la democracia, como delito de complicidad con el enemigo… como delito de fascismo).


         Desde 2021, los y las pobres pacifistas lo tienen (lo tenemos) claro con tantas acusaciones-degradaciones… La ultraderecha dice que el pacifismo no existe y que, simplemente, era una mierda. La ultraderecha que se disfraza de derecha “con vocación de gobierno” dice que el pacifismo es un engendro cómplice. La izquierda que hace lo que hace la derecha (me refiero al PSOE) dice (con la boquita pequeña) que el pacifismo es deseable, si bien cuadruplicando los presupuestos militares por si hiciera falta… y embarcándose en todas y cada uno de las guerras que son y vendrán. La izquierda de derecha (me refiero a Sumar) apuesta por el pacifismo, pero como un tema terciario, o cuaternario, o, en suma, mirando siempre hacia otro lado, prudentemente, cuando el PSOE desarrolla un programa de Defensa y Exterior totalmente pro OTAN, más pro OTAN que nunca. Podemos cree en el pacifismo más que ninguno, cierto, pero ha situado en la cúpula de su políitica de Defensa y Exterior el criterio de personas como el general Julio Rodríguez y del guardia civil Antonio Delgado. Los que están más a la izquierda de Podemos, me refiero a la izquierda que enarbola incombustiblemente su antiimperialismo antiyanki, por su parte, acusan a los pacifistas de no comprender nada y ser cómplices de la OTAN. Y por último, los antimilitaristas y otros seguidores de la Noviolencia trabajan (trabajamos) a brazo partido buscando la auténtica Paz (Tolstoi, Gandhi, King, Maathai, Mandela…), pero en un círculos de reducidas RRSS.

         El ferozmente violento artículo de Anne Applebaum publicado en El País el pasado 1 de diciembre de 2024, al que solamente le ha faltado por pedir la inmediata entrada en prisión de todos los pacifistas que vivan en estas idílicas democracias, me parece un puro dislate, es decir, una calculada intervención encargada por la muy conocida propaganda de guerra reinante que trata de consolidar el militarismo europeo de siempre, el choque militar contra Rusia y la consolidación de una opción pro OTAN, radicalmente armamentista y pro estadounidense que, llegado el caso, obviamente, no dudaría un segundo en desatar un holocausto nuclear en todo el planeta.

         El vulgar dibujo que se hace de Rusia como un nuevo satán amigo de otros satanes como Irán, China, Corea del Norte, Venezuela, Cuba… ya deja claro, sin más necesidad de aclaraciones, la clase de sarta de insultos recurrentes en que consiste el artículo de Applebaum. Eso sí, claro, adornado de unas cuantas citas referidas a Orwell, Mann, Ossietzky, etc. Citas férreamente ordenadas a defender un radical enfrentamiento militar contra Rusia… identificada, sin más, con Hitler y con los regímenes totalitaristas más demoníacos. Sin recordar, claro, que sin Rusia el régimen nazi no habría sido derrotado. La retahíla de argumentos basura (como por ejemplo que Rusia amenaza continuamente con su arsenal nuclear, al margen de lo que haga la OTAN) queda absolutamente en consonancia con un maniqueísmo tan tan desatado, tan tan burdo, que sale uno de la lectura de este artículo casi contento, tranquilo… en el sentido de que la pedestre ferocidad del mismo lo convierte (sin necesidad siquiera de que se le contradiga) en mero fuego de artificio, en griterío intelectual (bien pagado) en favor de la guerra, en propaganda bélica pura y dura, en más metralla “buena”, democrática, aunque nerviosa, de una OTAN que no logra vencer en Ucrania.

         Conste, por supuesto, que muchos pacifistas para nada aprobamos las invasiones de Crimea y de Ucrania por parte de Rusia. Que criticamos de manera constante, de modo público, las agresiones militaristas rusas en varias partes del mundo, la detentación de unos arsenales nucleares que podrían (en el contexto de la duradera guerra nada fría que nació tras la SGM y perdura hasta hoy) producir hecatombes, las maneras intolerablemente dictatoriales de Putin, su concepción imperialista de la territorialidad en su entorno y países limítrofes, etc. Y conste, al mismo tiempo, que observamos cómo Estados Unidos y los países de la OTAN tienen exactamente los mismos comportamientos y los mismos arsenales de destrucción masiva y la misma (o más) sed imperialista e historial de agresiones internacionales que Putin. ¿Cómo es posible que Anne Aplebaum no cite realidades objetivas como la inmensa red de bases militares estadounidenses a lo largo y ancho del planeta o las cantidades mucho más que multimillonarias que el ejército estadounidense consume cada año?. El texto de Applebaum es una vulgar arenga de guerra hecha, con toda probabilidad, para una población estresada que no le es posible pensar —seguro que ella lo piensa así—.

Pero la ciudadanía europea naturalmente que piensa, naturalmente que puede observar, con muchos datos en la mano, cómo sus dirigentes democrático-liberales dan la espalda a problemas medioambientales de gran calibre y que nos afectan a todos; dirigentes que siguen erre que erre degradando los servicios públicos (sanidad, educación); que fomentan el racismo y la xenofobia; que buscan mantener tensionados los mercados de empleo y vivienda para seguir ganando dinero al margen de las necesidades sociales; élites que detentan, como Putin, grandes arsenales atómicos de destrucción masiva y emplean sumas astronómicas de dinero en armas de guerra. Seguramente la señora Applebaum considera, coherentemente con su ultramaniqueísmo, que unas armas atómicas son buenas y otras son malas… las de la OTAN son buenas y las de Putin y China son malas, claro, claro.

         Entonces, volviendo al título de esta reflexión… cabe que los pacifistas, esos auténticos lobos disfrazados con piel de cordero, sean en realidad testaferros de Putin en suelo europeo. Gentuzas que está trabajando, dándose o no dándose cuenta, en favor de las guerras y en favor de la posición militar expansionsita de Putin. Ya.

         Le pregunto a Applebaum: ¿ya que van de frente contra la democracia y están, en realidad, disparando contra los parlamentos democráticos de Occidente, no sería conveniente encarcelar a todos los y las pacifistas mediante alguna directiva de las fiscalías generales de los países UE y se evite así el peligro de su posible influencia negativa en la opinión pública?. Se lo pregunto a Applebaum porque ella no lo ha pedido, no lo ha escrito, pero es la consecuencia más directa y obvia de su reflexión: estado de guerra para todos ya e inmediata militarización de las conciencias, pacifistas y desertores al paredón. Excepto, naturalmente, aquellos que se arrepientan de su fascismo y firmen un acta de adhesión de envío de más y más armas a Ucrania.