Mientras el gobierno convoca en Málaga, para los días 28 y 29 de mayo, los actos del Día de las Fuerzas Armadas, muchos andaluces y andaluzas pedimos Paz, Justicia y Cooperación Internacional. En tiempos de crisis, los desfiles militares sobran. No podemos olvidar que los gastos militares ascienden anualmente a más de 18.000 millones de euros, más una deuda que arrastra el Ministerio de Defensa de 27.000 millones de euros… mientras hay en el país 5 millones de desempleados y desempleadas. Desaprobamos firmemente las “intervenciones humanitarias” de Afganistán y Libia, pedimos la disolución de la OTAN y que se denuncie inmediatamente el Convenio Bilateral con Estados Unidos. Decimos no al tránsito de armas nucleares por la región del Estrecho de Gibraltar y a las Bases de Rota, Morón y Gibraltar. Los gastos militares para fines sociales.
En Andalucía, están teniendo lugar en estos días muchas iniciativas (de Mujeres de Negro, de la Red Antimilitarista y Noviolenta de Andalucía, de la Plataforma Málaga contra el desfile militar, del Foro Social Español de Espiritualidades y Éticas, de los colectivos andaluces de objetores fiscales a los gastos militares, etc.) exigiendo Paz, Desarme, Justicia y Dignidad; pero yo diría que todas estas reivindicaciones se resumen en una: Paz real ya. La mayoría de ciudadanos y ciudadanas de este país somos conscientes de los peligros del armamentismo y las políticas exteriores belicistas. Exigimos la puesta en práctica de mecanismos pacíficos de resolución de conflictos, pero no solo para llegar a una Paz fruto de la ausencia de guerras, sino para una Paz que sea también la presencia de la Justicia. A la Paz no se puede llegar a través de la Guerra. Las Fuerzas Armadas no buscan la Paz.