Quien olvida el sufrimiento de los otros, quien mira hacia otro lado viendo cómo naufragan en el mar miles de personas que intentan cruzar el Mediterráneo simplemente para poder sobrevivir, quien deporta y condena a los extranjeros pobres, quien tacha a los más vulnerables de peligro para Occidente, quien piensa que hay vidas negras que no merecen la pena... es, sencillamente, que es un muerto en vida, es decir, alguien que no ha entendido la vida, alguien que necesita urgentemente un corazón y un alma... Estos endurecidos no es que no sean humanos, sino que, de puro miedo o de pura avaricia, tratan de preservar solo para ellos lo que opinan que es exclusivamente suyo: los medios (trabajo, vivienda, alimentos...) para vivir. Algunos racistas, desde las cúpulas de algunos partidos políticos, tratan de que en amplias capas de la población anide el odio, el rechazo a los otros que piden, exigen, solidaridad. Pero no lo conseguirán.
En Jerez está ocurriendo esto:
-Mientras que el Diario de Jerez y el de Cádiz se dedican a hablar solo de esto: