domingo, 4 de junio de 2017

Los ataques terroristas son temibles, pero el militarismo es un millón de veces peor.


El gobierno de Inglaterra debe centrarse no solamente en combatir el terrorismo y el militarismo, sino también en atender a los familiares de las siete víctimas mortales y los 48 heridos (hasta ayer domingo al mediodía), cuyo dolor en estos momentos debe ser muy grande. Atender a las víctimas con todos los medios disponibles es lo primero. Los asesinos y sus colaboradores deben ser perseguidos, detenidos y enjuiciados. Los medios de comunicación, por su parte, deberían explicar lo que está sucediendo alejándose del sensacionalismo.

No obstante, me sorprende que no se hable claro, que no se señalen en profundidad cuáles podrían ser las causas de estos ataques. Solamente se nos repite muy machaconamente que estas personas autoras de los hechos son asesinas, terroristas, fundamentalistas, yihadistas, etc., etc. Pero no se dice nada de la intervención de la OTAN y de los países europeos en Oriente Medio (sobre todo Siria e Irak). No se dice nada, o muy poco, de la posibles relaciones entre estos atentados y la situación bélica en Oriente Medio.

Es más, no se permite a nadie, usando los grandes medios de comunicación, decir que estos ataques forman parte, reactiva, del militarismo que Occidente ha impuesto en toda la zona de Oriente Medio. El que diga eso puede ser tachado o de cómplice o de "justificador" de los asesinatos que los terroristas cometen en nuestros países. El que diga que el descomunal atentado de 11 de marzo de 2004 en Atocha fue resultado de la implicación española en el abrazo de las Azores (marzo 2003) podría ser tachado de submarino yihadista... Es decir, las autoridades y los medios de comunicación no quieren que nadie diga que estos ataques terroristas que se están sufriendo son el resultado indeseado de las numerosas acciones militares de la OTAN y sus países integrantes en Oriente Medio desde hace décadas.

Todo no se soluciona repitiendo incesantemente que los autores de estos crímenes son demonios. Porque estos ataques forman parte de las consecuencias del intervencionismo militar que los países de la OTAN y de la UE tienen en marcha en todo Oriente Medio. Existen vínculos directos entre la ayuda norteamericana militar a países fundamentalistas como Arabia Saudí y el auge de las opciones violentas de algunos sectores políticos en países como Irak y Siria. Y es obvio que en esta generalizada "lógica" de violencia va a seguir ganando el militarismo creciente de la OTAN, pues su nivel de agresividad es incomparablemente superior al de los terroristas.

No estoy diciendo que las acciones terroristas sean "acciones de guerra", o actos legítimos de unos combatientes que responden a otros combatientes. Son crímenes gravísimos que no tienen ningún tipo de justificación posible. Pero no nacen de la mera maldad del corazón de unas personas enloquecidas, sino de una convicción política de que Occidente debe dejar de bombardear países como Irak y Siria. Nacen de la convicción de que el intervencionismo occidental en Oriente Medio podría cesar a base de crímenes en los metros, los estadios de fútbol, los conciertos... de Europa.

Esta lógica de la violencia exponencial es la del militarismo más extremo imponiendo su eterna espiral de acción/reacción en todo el eje UE-Oriente Medio. Habrá más asesinatos y, en consecuencia, habrá más intervención de Occidente en Oriente Medio, lo que originará más atentados terroristas y, a su vez, más cazabombarderos de la OTAN sembrando el infierno en más países "fallidos". Esta es la lógica profunda, vieja, de la guerra. El ojo por ojo y el diente por diente que un día nos llevará al desastre de otra guerra mundial.

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