sábado, 19 de abril de 2014

Guerra psicológica, permanente y total.


Estos vídeos publicitarios de un perfume o desodorante de la marca AXE me parecen de una gran indignidad humana y de un militarismo alarmante:

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Se deduce claramente de ellos el papel de peligrosos enemigos [según quien los ha financiado] de Rusia, mundo árabe y China-Corea del Norte. Se acusa a estos países, nada sutilmente y mediante estereotipos generadores de odio, de terroristas y de ser países totalitarios y supermilitarizados [EE.UU. y Francia, Inglaterra, etc., NO poseen miles de armas de destrucción masiva, no; Corea del Norte sí]. El papel de la mujer en estos vídeos es de objeto sexual de los hombres que tienen poder militar:



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En estos anuncios la guerra y el totalitarismo son vistos cómicamente como problemas generados por aquellos países que no tienen acceso a los productos de la marca AXE. Se ridiculiza a ejércitos y líderes enemigos [que, curiosamente, coinciden con los enemigos a los que la OTAN designa, en la realidad, como tales] y se busca encontrar la complicidad de las masas de consumidores occidentales con políticas de falsos libertadores. Como en un juego de videoclip... si me pongo el producto que anuncian... puedo ser un defensor de la libertad... puedo llegar a ser un hombre que, públicamente, es capaz, indistintamente, de matar y de obtener victorias amorosas... si, como hombre, compro ese producto... obtendré los mismos trofeos sexuales que algunos soldados o líderes militares derrochan al embadurnarse con él en los vídeos... si compro esa mágica poción tendré PODER...


Viendo esos vulgares anuncios uno recibe el mensaje -no explícito- de que las personas que no usan  el desodorante anunciado (que no pertenecen a la sociedad capitalista) son sucias y están abocadas al totalitarismo y la guerra... y que, en consecuencia, está permitido hacer la guerra a esos países si no lo usan o porque no lo usan... y que (como en el caso del soldado norteamericano que aparece en los fotogramas que recrean la guerra de Vietnam) el amoroso y juvenil corazón de nuestros militares está hecho, en el fondo, de AXE libertador...

El mensaje central es, sin duda, que está permitido y es conveniente hacer la guerra a esos países que han sido demonizados, convertidos en objetivos a eliminar. Está permitido hacer la guerra a esos países... pero, como demostración de fuerza y superioridad moral, primeramente AXE los va a desarmar psicológicamente... les va a imponer el amor... no mediante napalm, sino, esta vez, rociándolos de química amorosa... con intervenciones quirúrgicas, cuasi psíquicas, no de napalm, sino de sexo barato.

Usar las guerras, pervirtiendo el mensaje pacifista "haz el amor y no la guerra", para vender un producto cosmético me parece de una ruindad muy grande y de una inmensa peligrosidad. ¿O se está haciendo la guerra ideológica más descarada tomando como excusa la venta de un producto? [antiguamente se lanzaban desde los aviones octavillas en terreno enemigo para minar la lealtad de la retaguardia]



Me pregunto por qué este tipo de anuncios, cuajados de gravísima irresponsabilidad y manipulación de la violencia más extrema, es decir, que sí que corrompen hasta el límite de lo inhumano el ORDEN SOCIAL por el que tanto clama la derecha, no se castigan con penas de prisión y, sin embargo, sí se envía a decenas de policías [por poner un solo ejemplo] a desocupar un bloque de viviendas, La Corrala Utopía (Sevilla), donde vivían unas personas sin recursos, indefensas. Me pregunto cómo cada vez que convocamos una Marcha a Rota, Morón o Gibraltar, somos víctimas de una amenazante presión policial... al tiempo que estos anuncios que promueven las guerras disfrutan de total impunidad. ¿Este anuncio no promueve, encubierta y perversamente, el terrorismo y la guerra?.



Este sistema político nuestro trata con la máxima dureza a quienes protestamos y exigimos el cumplimiento de los derechos sociales y hace la vista gorda a anuncios como estos que atentan directamente contra la Paz y la Solidaridad Internacional, insultando a otros países y azuzando el odio de unos contra otros POR DINERO. Se acusa de antisistemas a organizaciones que piden trabajo y dignidad, pero se da carta blanca a quienes siembran de hedor y ponzoña simbólica este mundo.

Obviamente, quien ha ideado estos vídeos ha contado con reacciones de rechazo como la que yo expreso en esta entrada y, por supuesto, ha calibrado el dinero que estas reacciones le podrían reportar por cuanto así, con ellas, quizás se extienda entre la población el conocimiento del producto que se trata de vender... Más sucio imposible.