El intenso clima belicista que estamos viendo, en el que
España participa con irreponsabilidad total (https://www.elconfidencialdigital.com/articulo/defensa/espana-suma-evento-militar-precedentes-ee-uu-despliegue-sera-clave/20250801052000974945.html),
podría traer horribles consecuencias radicales sobre la vida en la Tierra.
El cambio climático y la Paz son, obviamente, las dos
urgencias políticas, éticas, culturales, económicas, a las que debemos
responder. Mirar hacia otro lado, sucumbiendo al miedo que las élites nos
inyectan, es suicida.
De estas cuestiones habla muy atinadamente Manuel Sacristán (1925-1985),
pidiendo explícitamente un movimiento pacifista centrado en el desarme, hablando
del peligro nuclear y denunciando una misma lógica política militarista en el
Pacto de Varsovia lo mismo que en la OTAN, en este recordado artículo
(1982): “Y hoy está claro que el aumento de la belicosidad norteamericana que
ha culminado hace tres días con la declaración abierta del presidente Reagan
sobre la posibilidad de una guerra nuclear limitada a Europa, tiene que ver con
la profundísima crisis económica en que está la economía capitalista. Crisis
muy profunda de la que cada vez parece más claro que están dispuestos a salir
mediante un reajuste de sus políticas económicas que, como se basa en una gran
potenciación de los gastos de armamento, lleva constantemente al borde del
peligro de guerra” (“Peligro de guerra”, https://www.elviejotopo.com/topoexpress/peligro-de-guerra/)