(comunicado público de Ecologistas en Acción y de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía)
LA VENTA DE CORBETAS A
LA PETROMONARQUÍA SAUDÍ: UNA MALA ELECCIÓN MORALMENTE INACEPTABLE.
HAY ALTERNATIVAS A LA
INDUSTRIA MILITAR
La decisión del gobierno
español de vender cinco corbetas al trono saudí, que con seguridad serán
empleadas en la guerra contra el pueblo yemení, es éticamente rechazable, a
pesar de la pretendida justificación de que creará una importante carga de trabajo
en los astilleros de Navantia de San Fernando y Ferrol.
No se trata solamente de
un contrato por 2.000 millones de €, sino de todo un programa de colaboración
bélica con este gobierno autocrático, que pasa por la creación de una compañía
conjunta, Industria Militares de Arabia Saudí, la remodelación del puerto de
Yeda, el mantenimiento de los buques y la instrucción de los marinos saudíes en
San Fernando. Y se une a la constante venta de piezas de artillería, municiones
y bombas por parte del Gobierno a Arabia Saudí.
Asistimos
a un grave conflicto entre el derecho al trabajo en las empresas de
construcción naval de la Bahía de Cádiz y los derechos fundamentales a la vida
y a la libertad de los receptores y víctimas de ese equipamiento bélico. No
podemos actuar como colaboradores necesarios en la masacre que perpetra Arabia
Saudí contra Yemen, que ya arrastra un desolador balance de 10.000 muertos
desde 2015. Además, Amnistía Internacional, Human Rights Watch y las Naciones
Unidas han documentado presuntos crímenes de guerra de la coalición encabezada
por Arabia Saudí en Yemen, un conflicto en que ha habido decenas de bombardeos
ilegítimos y criminales de hospitales, escuelas, mercados y mezquitas.
Esta
connivencia del Gobierno español con la violación de los derechos humanos se
incardina en una escalada del presupuesto de Defensa para este año, que aumenta
un 11 %, incluyendo el pago de los Programas Especiales de Armamento, y una
creciente militarización de la sociedad, que tiene su reflejo en la
obligatoriedad de la asignatura “Conocimiento de la seguridad y la defensa
nacional en los centros educativos” en la enseñanza primaria.
Es
incomprensible y rechazable la aprobación que ha suscitado este contrato de
armamento en los sindicatos y algunas fuerzas de izquierda, como el alcalde de
Cádiz, Jose Mª González, cuando existen alternativas de empleo civil a la
construcción naval militar. Una mínima conciencia solidaria y un obligado
compromiso por la paz exigen de las fuerzas progresistas la búsqueda de
alternativas al paro endémico del sector de la construcción naval que no pasen
por reforzar la fabricación de instrumentos de agresión bélica.
La
dicotomía entre fabricar artefactos bélicos o productos para el uso civil tiene
respuesta adecuada; de esta forma, dejaríamos de actuar como colaboradores
necesarios en la masacre que perpetra Arabia Saudí contra Yemen. La
deconstrucción naval y la energía eólica off shore son las dos alternativas
necesarias para el mantenimiento y ampliación de la “carga de trabajo” en los
astilleros de Cádiz, que harían innecesaria la deriva belicista de construir
instrumentos de violación de los derechos básicos de las personas.
El
PEMAR (Plan Estatal Marco de Residuos) identifica una oportunidad real de
hacerse con un mercado casi virgen: el reciclado ecológico de buques
(deconstrucción naval), evitando achatarramientos infames como ha perpetrado
Turquía con el portaaviones Príncipe de Asturias. Este desguace sin las debidas
condiciones se ha adjudicado en 2,4 millones de €, una cantidad que hubiera venido
muy bien a las depauperadas arcas de Navantia. Y en el caso de la energía
eólica off shore, entraríamos a formar parte de la cadena de valor de esta
energía limpia: construcción, equipamiento, instalación, mantenimiento,
suministro, reparación, … de aerogeneradores en el mar, una oportunidad
desaprovechada en Navantia, que solo se limita a la construcción de
subestaciones y estructuras de soporte a los parques eólicos marinos.
De
esta forma, contribuiríamos a desarrollar una cultura de paz, resolveríamos
déficits ambientales importantes y ofreceríamos un buen puñado de puestos de
trabajo para hacer sostenible a la construcción naval y conseguir descender las
escandalosas cifras de paro que padece nuestra población. Y pondríamos coto al escandaloso incremento
de las exportaciones de armas que sigue nuestro país.
Ecologistas en Acción