domingo, 28 de agosto de 2011

Referéndum ya


Convocados por el 15M de Jerez, este pasado domingo estuvimos manifestándonos por el centro de la ciudad unas 300 personas en favor de la celebración de un referéndum para que los ciudadanos podamos decidir acerca de si hay que reformar o no la Constitución en relación con ese eufemismo conocido como “techo del gasto”. En el manifiesto leído en la Plaza del Arenal se dijo que lo que está ocurriendo, aunque el PP y el PSOE tratan de ocultárnoslo, es que España está en una situación de bancarrota y que se está procediendo, a las bravas, a un “rescate”, es decir, a aplicar un plan económico impuesto desde arriba por el que el paro continuará, la deuda crecerá y el llamado “estado del bienestar” desaparecerá de inmediato a favor de los grandes y voraces intereses financieros. Nos someten a todos al libre mercado: que cada uno se pague su sanidad, su escuela, su pensión, etc. Pero antes de hacerlo se organiza un descomunal desfalco de las arcas públicas. Bien, todo esto es conocido, como también lo es la peligrosa situación social creada más la inoperancia (o, más bien, complicidad) de las estructuras políticas al uso... que hacen lo que hacen pero no recortan, por ejemplo, los grandes gastos militares de este país.
El caso es que desde el 15M estamos dispuestos a responder, democrática y pacíficamente, denunciando esta situación de extraordinaria violencia a la que pretenden someternos. No se puede reformar la Constitución si no es con el consentimiento de la ciudadanía. Lo contrario es un golpe de estado en toda regla. ¿Además del trabajo, la vivienda, etc., pretenden también arrebatarnos la dignidad ciudadana de poder decidir sobre las cosas importantes de nuestra sociedad y de nuestro futuro?. Aunque suene a broma, el PP y el PSOE están actuando en este asunto con nocturnidad y alevosía sin límites.
No se quiere reformar la Constitución para crear empleo, asegurar los ingresos necesarios para las arcas públicas, asegurar la vivienda de los ciudadanos, garantizar la calidad de la enseñanza pública, etc., sino que se pretende reformar la Constitución para formalizar un inmenso trasvase de dinero público a manos privadas. Esta situación, a la que llaman “crisis” o “plan de ajuste”, sólo tiene una ventaja –sólo una– para la mayoría ciudadana: deja al descubierto, de forma clara, cuáles son las verdaderas intenciones de los poderosos.
Este otoño, como en mayo y junio, debemos hacer en España lo que los ciudadanos árabes están haciendo en todo el norte de África, a saber, una fiesta de la democracia, de la libertad, de los derechos humanos, de los intereses colectivos frente a la avaricia y la locura de los bancos. El bien público y la dignidad de los ciudadanos es lo primero, por eso el referéndum es un derecho exigible. Democracia real ya.