martes, 19 de junio de 2012

¡¡Tocamos a dos balas por cabeza en este planeta!!


Me ha gustado mucho la breve carta que Esteban Beltrán, de Amnistía Internacional, está mandando bajo el título “!Ni un arma para atrocidades¡” (o “Te han tocado dos balas”), así como la foto que se acompaña, donde dos niños somalíes, asombrados, miran varias ristras de balas que lleva un soldado. En esta carta se dice: “Cada año se fabrican en el mundo dos balas por cada habitante del planeta. ¿Sabes dónde terminan muchas de esas balas?. Cada minuto, una persona muere víctima de la violencia armada. Al día, son 1.500. Pero además, millones son heridas, violadas o se ven obligadas a huir de sus hogares. El origen de este drama está en el comercio irresponsable de armas”. Vaya que sí; y si no, que se lo digan a los palestinos y a las palestinas que continúan tratados por el gobierno de Israel con una brutalidad sin límites ni autoridad internacional alguna que impida ese horror desde hace años.

El sentido de esta campaña es :El comercio descontrolado de armas provoca que, cada año, millones de personas resulten muertas, heridas, violadas o se vean obligadas a huir de sus hogares. En julio se debate en la ONU un importantísimo Tratado Internacional sobre Comercio de Armas. Debe ser un Tratado sólido que salve vidas. Un Tratado a prueba de balas.

Para más información:


¿Quién puede permanecer impasible ante estos datos?: “El mercado armamentístico mueve 640 millones de armas y 12.000 millones de balas en el mundo al año –dos por cada habitante del planeta–. En más del 60% de las violaciones de derechos humanos documentadas por Amnistía Internacional en una década, se utilizaron armas pequeñas y ligeras. En muchos casos, por disparos del fusil de asalto AK-47, más conocido por el nombre de su inventor, Kalashnikov”. 

Otras muchas organizaciones, como Oxfam Internacional, han suscrito desde hace tiempo (2003) una campaña internacional (“Armas bajo control”) de concienciación y de denuncia sobre el tema del comercio de armas:


Oxfam ofrece también esta breve pero interesante Guía sobre el tema: 

http://www.un.org/disarmament/special/movies/shooting_poverty/SP_Discussion_Guide_Spanish.pdf, donde relata tres casos (en Burundi, Brasil e India) donde se produce un fuerte impacto del comercio ilegal de armas sobre las vidas humanas.

En España también la producción y la venta de armas se han multiplicado en una proporción muy preocupante: España se lucró con la venta de armas en plena Primavera Árabe:


artículo donde se denuncia que “el Gobierno autorizó exportaciones de armas que podrían haber sido usadas para cometer violaciones de derechos humanos”. Ver tb. la información original dada por las ONGs sobre estas ventas en:


Y en estos momentos tenemos ya, probablemente, el “contrato del siglo” con la venta de nada menos que 3.000 millones de euros en forma de tanques a producir en España (fabrica de General Dinamics en Sevilla) y con destino a las fuerzas armadas del gobierno dictatorial que detenta el poder en Arabia Saudí: El rey, los saudíes y la venta de tanques. Juan Carlos ha recibido hoy al ministro de Defensa de Arabia Saudí, el príncipe Salman bin Abdelaziz, para tratar la venta de más de 200 carros de combate Leopard: http://www.publico.es/espana/436262/el-rey-los-saudies-y-la-venta-de-tanques (El Público 08/06/2012).

Tanta producción y comercio de armas abruma, es cierto. Pero podemos plantarnos frente a este comercio de la muerte. Solo hay un secreto para llevar a cabo nuestra difícil empresa: determinación confiada en que los poderosos no podrán organizar más guerras fraticidas si empezamos o seguimos denunciando su comportamiento y no colaboramos con los gastos militares y las guerras. Podemos hacerlo y debemos hacerlo. Ahora.

Porque ahora en Julio tendrá lugar en la ONU, según nos recuerda Esteban Beltrán, de Amnistía Internacional, un importante debate para la aprobación de un Tratado Internacional de Comercio de Armas. Cada uno y cada una de nosotros puede, entre otras muchas cosas, poner su granito de arena firmando en:

Es obvio que este Tratado Internacional de Comercio de Armas será, en todo caso, un paso más en el objetivo, urgente, de parar las guerras... empezando por dejar de producir armas. Ya es hora de exigir también mecanismos legales internacionales para la abolición definitiva de todo tipo de armas de destrucción masiva (y no solo de contención y no proliferación), así como  Tratados Regionales de Limitación de la Producción, Comercio y Compra de Armas. Si tocamos a dos balas por cabeza en este planeta... ¿no es suficiente ya?.