domingo, 9 de septiembre de 2018

Adelante Andalucía, sí, pero en Paz.

He firmado este manifiesto por una coalición electoral de izquierdas (partidos ecologistas, andalucistas, del 15M, de izquierda unida, etc.) que quieren un cambio para Andalucía (https://adelanteandalucia.org/). Yo también quiero ese cambio y a esas formaciones coaligadas pienso votar. Pero lo haré con un "pero" que quiero hacer público aquí.

Que este manifiesto no mencione el grave problema de la militarización de Andalucía me parece mal. Los andaluces y andaluzas no solo somos gentes sencillas que queremos trabajo, educación y viviendas dignas. También aspiramos a un mundo en paz y, por supuesto, sabemos acercar un pedazo de pan a la boca de quienes, arriesgando sus vidas, se echan al Mediterráneo para buscar una esperanza. La Paz y la Solidaridad, de las que este manifiesto no habla, son señas de identidad de Andalucía, como los colores de su bandera verde y blanca expresan claramente.

Fabricar armas de guerra para Arabia Saudí no es asumible y, además, es un peligroso agujero negro por el que el ideal andaluz se destruye. Ningún andaluz ni andaluza asume, en conciencia, que se le someta a un trabajo que sabe que será usado para sembrar muerte y destrucción en otros países. Esta es una humillación inmensa. Esta es una situación de esclavitud mucho más que dolorosa y desesperanzada. Las bases militares extranjeras atentan, de frente y por derecho, contra nuestra cultura de paz y de solidaridad. Nada más contrario a nuestra forma de ser que esas industrias de guerra y esas bases militares y lo que se hace desde ellas.

Voy a votar ADELANTE ANDALUCÍA, pero en la confianza de que todas las personas que apoyen esta candidatura por un cambio real para la mayoría no olviden, no olvidemos, que si no es en Paz y en Solidaridad Andalucía misma no es posible ni como presente de cambios concretos ni como horizonte de esperanza.




ADELANTE ANDALUCÍA

ADELANTE ANDALUCIA

Adelante se escribe con A de Andalucía. Adelante porque somos millones las personas que cada mañana cuando nos ponemos a trabajar o a buscar trabajo, a estudiar o a cuidar de los demás, por más obstáculos o dificultades que tengamos, nosotros y nosotras tiramos p’alante. Y es que esa es una forma muy nuestra de entender la vida. 
Hoy somos muchas y muchos en Andalucía quienes pensamos que tenemos por delante una oportunidad histórica para cambiar las cosas. Pensamos que somos miles las personas que sentimos que es hora de hacer algo diferente para que todo deje de ser igual. 
Vivimos en una de las tierras más ricas y bonitas del mundo. Sierra, vega, valles, marismas, campiña y litoral forman parte de un abanico de paisajes tan diverso como diversas son las formas de entender la vida en nuestra tierra. La solidaridad y vivir la vida en colectivo son valores comunes a los andaluces y las andaluzas que nos empoderan como pueblo para salir de la situación en la que nos encontramos. Porque Andalucía ante todo es una tierra integradora, que abraza y que cuida sus gentes. Esos valores pensamos que son las mejores semillas que podemos sembrar para cualquier proceso de cambio.
Una Andalucía que lleva en sus entrañas el cambio, pues sabemos que en cada pueblo y en cada ciudad existen alternativas que enseñan un camino para atajar de raíz el problema del desempleo, la desigualdad, la relación de periferia económica o el deterioro de los servicios públicos. Andaluces y andaluzas que trabajan por la agricultura ecológica. Hombres y mujeres que vuelcan sus esfuerzos en el desarrollo de las energías limpias o crean proyectos de cooperativas y economía social para ser motor de la creación de empleo en sus comunidades. Trabajadores y trabajadoras públicas que defienden los servicios públicos como nadie y son ejemplo de buenas prácticas. Hay quienes pensamos que mirar adelante es mirar a las soluciones que miles de hombres y mujeres sacan adelante día tras día Andalucía.
Sabemos que somos mayoría quienes no queremos que nuestra tierra siga estando a la cabeza del paro, la desigualdad, la precariedad y la pobreza. Somos mayoría quienes no podemos seguir viendo como todo el potencial que tiene Andalucía se desaprovecha en manos de quien sólo piensa en sus propios intereses. Somos mayoría quienes no queremos seguir permitiendo que la riqueza de nuestra tierra se quede siempre en las manos de unos pocos, mientras nos vemos obligados a soportar unas condiciones de vida insostenibles. Somos mayoría quienes queremos acabar con todos los privilegios y tener servicios públicos de calidad. Hemos entendido que las personas que queremos garantizar una vida digna para nuestra gente, somos mayoría y, por tanto, la tarea que tenemos por delante es abrir un espacio que permita a esa mayoría construir una alternativa en común.
Arrojar luz y dar voz a quienes ya están protagonizando alternativas reales para un empleo de calidad o para defender los servicios públicos. En definitiva, pasar del diagnóstico a las soluciones. Estamos convencidas que la estrategia más eficaz para construir una alternativa creíble y sólida es dar visibilidad y protagonismo a las andaluzas y los andaluces que ya están haciendo las cosas de otra manera y ofreciendo soluciones a los problemas estructurales de nuestra tierra.
Vivimos un momento histórico a la altura de aquel 4 de diciembre de 1977, cuando el Pueblo andaluz inundó las calles exigiendo su Autonomía. Entonces salimos a coger las riendas del futuro de nuestra tierra, con la esperanza de que el autogobierno nos permitiría acabar con los graves problemas de Andalucía. Hoy, más de 40 años después, luchamos por un proyecto que nos permita, como dijera Carlos Cano, "quitar las penas y quitar el hambre"; un proyecto que fue enterrado y aparentemente olvidado después de casi 4 décadas de gobiernos del PSOE. Andalucía necesita una alternativa de futuro al PSOE, pero esa alternativa no puede pasar por las derechas. Hay que levantar un dique de contención a las políticas de PP y Cs y al mismo tiempo ofrecer una alternativa a Susana Díaz para que Andalucía deje de mirar al pasado y pueda mirar adelante.
Hay quienes pensamos que este proceso no solo trata de poner de acuerdo a unas u otras organizaciones, sino que se trata de poner de acuerdo a la gente corriente y poner en el centro a Andalucía. Por eso, la misma diversidad que muestra nuestra tierra debe proyectarse en una confluencia amplia de mayorías, donde no sobra nadie, donde estemos todas y todos los que queremos un cambio y no un recambio.
Adelante Andalucía, quienes firmamos esta carta abierta hacemos una llamada al conjunto de la ciudadanía andaluza para crear un espacio de participación de todas aquellas personas que están cansadas de ver como Andalucía se gestiona como un cortijo del que unos pocos sacan beneficio.
Una llamada a todas esas personas que no quieren que otra generación se vea obligada a emigrar de Andalucía para poder ganarse la vida fuera de su tierra. Una llamada a organizaciones políticas, sindicales y vecinales, al movimiento feminista, al movimiento por las pensiones, a la lucha por la vivienda, a colectivos ecologistas, y a todos los colectivos que luchan cada día por una Andalucía mejor.
Tenemos el convencimiento de que un proceso real de confluencia se hace construyendo espacios amables en los que nadie sobra, donde no caben los vetos, donde existe una clara voluntad de unión, de escucharnos y reconocernos en la diversidad de culturas y formas de entender el mundo.
Nos hemos unido con la esperanza de poder dar comienzo a una marea verde, blanca y verde, que logre inundar de nuevo nuestra tierra de ilusión por un cambio posible y necesario. Desde Andalucía, porque que nadie mejor que las andaluzas y los andaluces saben lo que necesita nuestra tierra. Y lo vamos a hacer cómo lo hacemos todo todos los días, con nuestro esfuerzo y nuestro trabajo, pero con una ilusión común, es el momento de mirar Adelante Andalucía.