Si después de este descomunal escándalo de los negocios armamentísticos de la Casa Real no se inicia inmediatamente un proceso constituyente que desemboque en una III República Española, entonces las cosas empeorarán todavía más si cabe (ya veremos hasta qué extraño punto ciego y pútrido).
Porque la Casa Real ha comprometido (y compromete: ya que Juan Carlos I sigue en Arabia Saudí) la seguridad y la Paz de este país a cambio de dinero.
El gobierno de España debe paralizar inmediatamente los contratos de fabricación y venta de armas a Arabia Saudí.
Esta situación es INSOSTENIBLE. La Casa Real no puede seguir ostentando cargos públicos como la jefatura de estado o la jefatura suprema de las FAS.
La situación no puede ser más grave. ¿No queda ni un milímetro de dignidad en las instituciones de este país?.