La provincia de Cádiz, además de
una situación devastadora en materia de desempleo, sigue sufriendo otras
realidades muy dolorosas desde el punto de vista social. Una de estas
realidades es la SERVIDUMBRE MILITAR que se padece como consecuencia de la
intensa presencia de distintos ejércitos (español, norteamericano y británico) junto
a o en los mismos pueblos y ciudades (Cádiz, Rota, Tarifa, San Fernando, Algeciras,
Barbate…). Ecologistas en Acción y otras organizaciones sociales informan
frecuentemente de esta situación en su web y en sus notas de prensa.
De entre todas las situaciones de
grave riesgo social que provoca el problema de la SERVIDUMBRE MILITAR que
estamos comentando la más grave es, sin duda, la amenaza de contaminación
radioactiva como consecuencia de un accidente o de un hipotético ataque nuclear
a esta zona. Lo ocurrido al submarino atómico Tireless en la Base Militar de
Gibraltar en 2000-2001 es un ejemplo claro de esto. Si algo más grave ocurriera,
los efectos sobre la población serían demoledores. Actualmente, las autoridades
civiles desconocen qué hacer -de cara a la salvaguarda de la población- en caso
de emergencia convencional o NBQ (radioactiva, biológica, química) de origen
militar en la zona.
Hay otros efectos de la
SERVIDUMBRE MILITAR menos espectaculares que el riesgo comentado pero no menos
negativos para la población. Veamos algunos de ellos:
En estos
días el Ministerio de Defensa está forcejeando con la Consejería de Salud de la
Junta de Andalucía con el Hospital de San Carlos
(San Fernando), exigiéndole la cifra de 27 millones de euros para ceder dicho centro médico, tan
necesario socialmente. Con el agravante de que ya Defensa no usa esta
instalación (ver Nota 1) y no la quiere para nada.
La situación
social en la provincia de Cádiz es insostenible, pero el Delegado del Gobierno
en Cádiz, sr. Fernando López, se entrega sin pudor (sin aplicar aquí recorte alguno) en la atención sanitaria
y educativa de los casi 3.000 norteamericanos, militares y sus familias, que vendrán con
la instalación del escudo antimisiles en Rota (Véase Nota 2).
Pero hay mucho más: el Ministerio de Defensa quiere embolsarse 6,7 millones de euros por el Polígono de Tiro Naval Janer (Nota 3),
impide la desafectación de 20 hectáreas del campo de tiro de El Retín -donde cada año se producen incendios de
la cobertura vegetal- para instalar una piscifactoría (Nota 4), no deja que los
jerezanos recuperen el Rancho de la
Bola como Parque Público (Defensa quiere 1 millón de euros por esa finca abandonada junto al río Guadalete),
etc.
Toda esta situación de servidumbre militar padecida por la ciudadanía de la
provincia de Cádiz es conocida las autoridades, las fuerzas políticas, etc.
Pero, ¿para cuándo se nos permitirá a los gaditanos vivir sin la INSEGURIDAD
PERMANENTE que generan estas peligrosas instalaciones militares?. ¿Tiene que
ocurrir otro gran desastre como la explosión del polvorín que la Armada tenía
en la ciudad en Cádiz en 1947, con más de cien víctimas mortales, para que
alguien haga algo?.
(Nota 2) http://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20130122/cadiz/gobierno-andaluz-disena-plan-20130122.html
(Nota 4)