Causa asombro, perplejidad y miedo, pensar qué cantidad de dinero (sin contar millones de seres humanos muertos por causa de las guerras) han invertido nuestros cristianos, democráticos y diplomáticos gobiernos a lo largo de los 150 últimos años en ejércitos y masacres sin freno. Desde finales del XIX hasta el día de hoy el militarismo más atroz y genocida campea a sus anchas en nuestra historia, dejándonos por el camino muchos millones de muertos y un daño ambiental, ético, político, económico inconmensurable.
Este recorte de prensa de 1890 da cuenta de manera sencilla de cuánto dinero se empleaba y de cuántos efectivos estaban compuestos los ejércitos europeos de entonces (que luego se enfrentarían en 1914 y 1939); observando unas cifras espantosas... y así seguimos con esas cifras muy multiplicadas y con armas de destrucción masiva y con la misma lógica de la guerra y de la ley del más fuerte (ver: https://demilitarize.org/media_news/gdams-appeal-reduce-military-spending-defend-people-and-the-planet/). Normalidad democrática esto de vivir en un mundo de carnicerías constantes y violencia genocida sin freno.
Me pregunto, desde el asombro más absoluto, cómo es posible que sobre esta cuestión del militarismo (que es una clase de terrorismo llevado al extremo), así como sobre la necesidad de Paz y Desarme, no se debata NUNCA en el parlamento español.
