miércoles, 4 de noviembre de 2020

Cuento del general amable que escribía cuentos a las escuelas...


Había una vez un general del ejército que creía en las guerras como el camino único y más seguro para alcanzar la Paz, ensalzando un día sí y otro también a las "fuerzas armadas" por sus "misiones de paz", por su "ayuda humanitaria", por su "lucha contra la COVID", etc. Era educado y constitucionalista, democrático y de trato agradable, sin tacha humana que nadie pudiera afearle. Trabajaba en el área de reclutamiento... tan lejos, pensaba él desde su pulcritud legalista y condecorada pechera, de la olvidada "contribución de sangre"...

Un día este general de reclutamiento, listo y almibarado, decidió empeñarse en escribir millones de cartas, también a modo de cuento inocente, a las escuelas del país recordándoles a los alumnos que los militares son un ideal a seguir, un símbolo de la patria, etc., etc., etc., etc., etc., etc... Y entonces nació la idea, aunque rancia, del concurso escolar "Carta a un militar español". Algunos colegios y algunos alumnos participaban en esta literatura patriótica adoctrinante... Y así él fue feliz y recibió aún más medallas.

[Posdata: el cuento no hablaba, y así los alumnos no podían enterarse de quién era el lobo de verdad, de los multimillonarios gastos militares precisamente en tiempos de pandemia, de la compra de armas inútiles, de la venta de armamento a dictaduras como Arabia Saudí... y cosillas así]

He aquí las pezuñas del lobo...