Apenas sabemos nada acerca de las mil y una resistencias que hemos desarrollado, a lo largo de los tiempos, para decirles a los poderosos NO A LA GUERRA, para resistir a sus ansias de sangre, de banderas e inolvidables victorias. Los seres humanos siempre se han opuesto a la violencia y a las guerras, pero sabemos poco de estas resistencias sencillamente porque los fabricantes de héroes han intentado, sistemáticamente, borrarlas de nuestra memoria.
Pienso que estamos gobernados por personas muy desequilabradas, víctimas de una confusión mental grave que, al amparo de intereses económicos concretos, podrían llevar al mundo a una situación de hecatombe y pobreza como nunca lo podríamos imaginar. Y estos desequilibrados nos han puesto siempre en los libros de historia y en los telediarios y en las fiestas de moros y cristianos y en los anuncios y en los cuentos y en la moral y en la política nacional y en el machismo galopante y en las películas y en los monumentos de las calles y en los desfiles de la Fiesta Nacional ... nos han puesto de ejemplo a militares belicosos y a hechos victoriosos y a héroes patrios que nos insuflen en el corazón el ardor guerrero en defensa de España, o de Francia, o de Rusia o de... Siempre nos han enseñado la violencia y por eso el mundo va como va. Auschwitz no ha sido suficiente. El sufrimiento de cientos de millones de seres de hoy tampoco. Seguramente, de la mano de personajes como Trump o Bush, etc., nos acercamos a situaciones bélicas aún más generalizadas, intensas y letales.
La guerra, el cambio climático, el sistema económico internacional fundado en las injusticias, los abusos y la más agresiva insolidaridad, son elementos que nos llevarán a la catástrofe si no sustituimos a nuestros enloquecidos gobernantes por grupos de personas con conciencia y con corazón propios de seres humanos.
Este documento que he localizado en el Archivo Histórico Provincial de Cádiz, entre los libros de sentencias de la Audiencia Provincial, fechado en 12 de mayo de 1937, se refiere a la condena de un hombre llamado José Luis Díaz, del cual se dice que en 21 de agosto de 1935, "en unión de otro sujeto fallecido" (puede que fusilado por el "bando nacional" como consecuencia del "glorioso alzamiento"), "se dedicaba a colocar pasquines de índole política y excitando al púbico contra determinados políticos y a manifestarse públicamente contra la guerra". Se entiende que se manifestaba contra las actitudes belicistas de la Italia y la Alemania fascista de la época. En 1935 hubo un gran movimiento en toda España, que está por historiar, contra la guerra y el fascismo. Pero, ¿quién era este José Luis Díaz López y el compañero del que luego se dice que era "sujeto fallecido"?. En el libro de Alicia Domínguez El verano que trajo un largo invierno (Cádiz, 2005) aparece reseñado un José Luis Díaz López (PSOE), escribiente, del Socorro Rojo Internacional y afiliado a las Juventudes Socialistas:
Este documento que he localizado en el Archivo Histórico Provincial de Cádiz, entre los libros de sentencias de la Audiencia Provincial, fechado en 12 de mayo de 1937, se refiere a la condena de un hombre llamado José Luis Díaz, del cual se dice que en 21 de agosto de 1935, "en unión de otro sujeto fallecido" (puede que fusilado por el "bando nacional" como consecuencia del "glorioso alzamiento"), "se dedicaba a colocar pasquines de índole política y excitando al púbico contra determinados políticos y a manifestarse públicamente contra la guerra". Se entiende que se manifestaba contra las actitudes belicistas de la Italia y la Alemania fascista de la época. En 1935 hubo un gran movimiento en toda España, que está por historiar, contra la guerra y el fascismo. Pero, ¿quién era este José Luis Díaz López y el compañero del que luego se dice que era "sujeto fallecido"?. En el libro de Alicia Domínguez El verano que trajo un largo invierno (Cádiz, 2005) aparece reseñado un José Luis Díaz López (PSOE), escribiente, del Socorro Rojo Internacional y afiliado a las Juventudes Socialistas: