La noticia ha saltado a la palestra suavemente, sin demasiada repercusión mediática ni contestación social: Trump nombra manijero del flanco sur de la OTAN a un paniaguado del Partido Popular: el ex-comerciante de armas Pedro Morenés, hasta hace dos días ministro de Defensa en España. Nadie ha dicho nada porque la noticia refleja una sintonía absoluta entre Trump y Rajoy, lo que no puede llamar la atención a nadie mínimamente informado y que haya visto y sufrido a Trillo como embajador... Trump ya tiene un perfecto transmisor de sus órdenes al ibérico caudillo del sentido común y lo razonable, el castizo y divertido Mariano Rajoy Brey, oiga usted...
ABC, amablemente, nos desvela una de las claves de este nombramiento diciendo que Morenés va a encargarse prioritariamente y entre otras cosas, pues Cospedal es un cero a la izquierda en materia de Defensa, del aumento y gestión del gasto militar en España:
Por lo que a mí respecta, me preocupa tanto lo que Rajoy, Trump y Morenés vayan a poner en marcha como la respuesta de la izquierda a esa peligrosa línea belicista. No me obsesiona Morenés. Lo que me preocupa es que la izquierda no ponga sobre la mesa ningún plan alternativo internacionalista serio al militarismo del siglo XX que sigue y sigue adelante tras la caída del muro de Berlín. Morenés es un títere que no sorprende, pero los ausentes proyectos de izquierda capaces de oponerse frontalmente a lo que él representa sí que sorprenden.
En este sentido, me alarma el artículo de ayer sábado 4/3/2017 publicado por El País: "Menos OTAN, ¿más Europa?. No se trata de gastar más en Defensa, sino de gastar mejor, a través del sistema de cooperación" (http://elpais.com/elpais/2017/02/23/opinion/1487846940_072391.html). El autor (https://iecah.org/index.php/equipoycolaboradores/1164-jesusnunez) nos habla de su sueño de convertir Europa en una superpotencia militar que deje de estar constreñida por los vaivenes de las desavenencias de Rusia con Estados Unidos. Da algunas pinceladas sobre la crisis interna de la OTAN, señala a Trump y las derivas autoritarias de algunos países europeos como peligros a evitar, duda suavemente de la idoneidad del 2% en Defensa y explica difusamente que el camino para desmarcarse de ella es la multidimensionalidad de los mecanismos europeos de cooperación militar frente a su inoperante, según él, multilateralidad. Añade también, como era de esperar, que "y, en algún momento, ese esfuerzo habrá que realizarlo en paralelo al de la OTAN".
En este sentido, me alarma el artículo de ayer sábado 4/3/2017 publicado por El País: "Menos OTAN, ¿más Europa?. No se trata de gastar más en Defensa, sino de gastar mejor, a través del sistema de cooperación" (http://elpais.com/elpais/2017/02/23/opinion/1487846940_072391.html). El autor (https://iecah.org/index.php/equipoycolaboradores/1164-jesusnunez) nos habla de su sueño de convertir Europa en una superpotencia militar que deje de estar constreñida por los vaivenes de las desavenencias de Rusia con Estados Unidos. Da algunas pinceladas sobre la crisis interna de la OTAN, señala a Trump y las derivas autoritarias de algunos países europeos como peligros a evitar, duda suavemente de la idoneidad del 2% en Defensa y explica difusamente que el camino para desmarcarse de ella es la multidimensionalidad de los mecanismos europeos de cooperación militar frente a su inoperante, según él, multilateralidad. Añade también, como era de esperar, que "y, en algún momento, ese esfuerzo habrá que realizarlo en paralelo al de la OTAN".
El artículo de Jesús A, Núñez Villaverde, que quizás Pedro Morenés suscribiría con algunos matices, acaba diciendo, más o menos, que hay que evitar que Alemania pase de gastar 37.000 millones de euros a 60.000 millones en Defensa porque eso despertaría viejas rencillas en el seno de Europa. Entonces, el lector ha de concluir, tras la lectura de este moderantista artículo, que su autor propone una especie de vía intermedia entre la vocinglera propuesta de Trump y la actual desidia europea - según él - en materia de Defensa. Es decir: propone un incremento moderado (no sabemos hasta qué punto) del gasto militar y una nueva política de Defensa europea que nos acerque a las dinámicas geoestratégicas de otros actores como Estados Unidos, Rusia, etc. O dicho de otro modo: propone que nos incorporemos como europeos al mismo juego de confrontaciones militares, intervencionismo, mantenimiento de áreas de influencia, coaliciones temporales frente a 'estados fallidos', acciones conjuntas de emergencia, acuerdos en materia de producción de armas de guerra, etc., etc., que definen el actual y enloquecido juego de relaciones internacionales. No pone en entredicho el sistema internacional de violencia y depredación que conduce a los países ricos a coaligarse para defender sus intereses, sino que propone un fortalecimiento militar de Europa, sin llegar al éxtasis bélico que sueña Trump.
La propuesta de Núñez Villaverde, co-director del IECAH (https://www.iecah.org/), se asemeja en alguna medida a algunas opiniones del general de Podemos José Julio Rodríguez, a quien Pablo Iglesias, gozoso, piropea diciéndole que tiene la talla del general Gutiérrez Mellado:
Morenés será una peligrosa correa de transmisión militar de Trump en España, pero no tanto por su capacidad política (que no tiene ninguna) sino porque la izquierda de este país es incapaz de oponer frente a la locura del rearme y la guerra otra concepción de las relaciones internacionales que no sea, aunque suavizada y barnizada por un viejo discurso europeísta, la misma en la que ahora vivimos. Qué lejos marzo de 1986 cuando en este país se soñaba y se trabajaba de verdad por la Paz.
Que Dios nos coja confesados.
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Que Dios nos coja confesados.
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-La decisión de Rajoy (otoño 2016):
-ABC, exultante, anuncia a bombo y platillo el plácet de Trump a su agradecido Rajoy: