El movimiento por la paz debe buscar permanentemente un vuelco en las concepciones políticas tradicionalistas que rigen esta sociedad, practican el "si quieres la paz prepárate para la guerra" y sostienen aberraciones como la OTAN, el multimillonario gasto militar, etc. El norte político humanitario, solidario y pacifista debe sustituir al actual de insolidaridad y creciente belicismo. Hay un cambio climático moral que está provocando una peligrosa calcificación de los mecanismos éticos más elementales de la gente, una clima de xenofobia y cruzada (cultivado por los de siempre) que querría borrar del mapa la cultura europea de los derechos humanos y, en nuestro caso, el sentir andaluz de profunda solidaridad y multiculturalismo.
Por ello, frente a ese clima, la asociación AEDIDH (véase: http://www.aedidh.org/) acaba de escribir una magnífica carta abierta (CARTA) a los partidos políticos reclamando el DERECHO A LA PAZ:
Libertad para el pueblo saharaui y palestino, reforma pacifista de la
Constitución de 1978, independencia del poder judicial, tolerancia cero a la
tortura y malos tratos, dignidad para las víctimas del franquismo, medidas frente a la
violencia de género, educación y sanidad públicas, aconfesionalidad de las
instituciones del estado, regeneración democrática (transparencia y medidas contra la corrupción),
reforma de la ley electoral, jurisdicción universal en la persecución de
crímenes internacionales... estos son los objetivos a los que se refiere la cuidada carta de AEDIDH:
Es una buena síntesis de lo que debemos buscar permanentemente si no queremos encontrarnos a la vuelta de la esquina, es decir: ya, con una Europa belicista, xenófoba e internacionalmemte insolidaria; una Europa a imagen y semejanza de EE.UU., o con sus criterios, que entrega miles de millones de euros a Turquía para dar la espalda a quienes huyen de la guerra en Siria y carecen de lo más elemental.