martes, 6 de enero de 2015

Una "educación para la paz" que puede producir monstruos.

Escuchando atentamente este vídeo (feb. 2011) del político de UPyD y filósofo, especialista en Ética social, Fernando Savater, comprendo qué es lo que tienen en la cabeza algunos cuando oyen hablar de la Educación para la Paz. Tienen en la cabeza que el orden y el cumplimiento de la Ley aseguran, o ellos querrían que así fuera, la Paz. Creen que un código penal aplicado con rigor genera la Paz. Creen que el cultivo de la obediencia y la imposición del acatamiento de lo legislado en el Congreso de Madrid aseguran la Paz. La Paz es la paz social y esta se asegura con el respeto a rajatabla de la Constitución española de 1978. Paz = Orden y Orden = acatamiento de la Ley vigente. La ejemplaridad justiciera nos traerá la Paz... y ya está.



Pienso que es en el minuto 3:06 cuando Savater se retrata más en este crudo y desangelado vídeo: "Entonces, cómo se va a transmitir a los chicos la necesidad de la Paz si se les transmite una especie de opciones abiertas: ustedes elijan dentro del menú de lo posible lo que les guste...". Los chicos no deben elegir nada, sino cumplir con lo que la Ley diga "y ya está". Para la ética y para la convivencia social correctas solamente una cosa importa: la obediencia a la autoridad legal.

Y aún mucho más sorprende oírle decir [con un mensaje antidiversidad que sobrecoge] en el minuto 4:45: " ...porque además el mundo, cuanto más lenguas conoce uno, las lenguas están para comunicarse, porque desgraciadamente hay muchas, porque eso es una desgracia, no de eso que dicen: qué bien que hay muchas, no, lo perfecto es que hubiera una y nos entenderíamos todos mucho mejor, pero como por desgracia hay muchas..." 

...5:34: "hay que cumplir las leyes, esa es la Paz; la Paz en los países no es una cosa moral, no es una especie de transformación anímica que sufren los ciudadanos, es que los ciudadanos aprendan que hay que cumplir las leyes, y ya está; y eso es lo que hay que decirle a los niños".

Si hay un conflicto en la escuela se aplican los protocolos legales, institucionales y policiales y ya está. Lo que hay que decirle a los niños... es que cumplan las leyes y ya está.

Por mi parte, espero que este pensamiento securitario y policial de Fernando Savater no influya nunca en la esencia de lo que debería ser la Educación para la Paz: el diálogo en el conflicto, el cambio dinámico de las situaciones, la capacidad de generar acuerdos, el cumplimiento de las normas justas que son fruto del convencimiento y no de la porra o la amenaza del castigo, la generación de convivencia que es resultado democrático del debate público y la libertad, la justicia no vengativa, el perdón que va fraguándose, etc. 

Si alguien comete una injusticia, entonces tenemos derecho a convertir la democracia en un mazo contra la democracia... y ya está. Si alguien cometió un delito (como matar o como robar), entonces convirtamos esta sociedad en un campo de concentración para que nadie más mate o robe nunca. Es decir, que nos gobiernen, por turnos, el Director General de la Policía y el Presidente del Tribunal Supremo. La vida feliz consiste en el respeto a la autoridad... y ya está.

"El que la hace la paga" es una filosofía educativa profundamente negativa que, por temor al desorden, acaba imponiendo la amputación de cualquier atisbo de libertad, de pluralidad y de alegría y convivencia en la diversidad. Cuando el miedo gobierna nuestros corazones y, ocultamente, nuestras razones, entonces es cuando el sueño de la razón produce monstruos. 

Sé que Fernando Savater ha sido un luchador antifranquista y que no es amigo del autoritarismo, siendo autor de obras como Las razones del antimilitarismo y otras razones, pero este vídeo suyo me parece desafortunado y preocupante. En el libro mencionado (de 1984) él arremetía contra la concepción de determinadas asignaturas como marías; ahora, treinta años más tarde, sin embargo, ¿por qué intentar convertir la Educación para la Paz en una maría con objetivo disciplinario?: