Te deseo un feliz año 2014; que
haya paz en tu vida y en la de todos y en la de todas; que en la Tierra haya
Paz para todos los seres; que en nuestros corazones crezca la Paz y no el miedo o el pesimismo; que
crezca también la Paz en los duros corazones de quienes dictan a Rajoy las antisociales
leyes que este hombre vacío impone cada viernes a golpe de Real Decreto; que
haya Paz y sentido de la Justicia en todos aquellos que seguimos
alentando a la rebelión social; que haya Paz y haya pan para todos y para todas
las que en el mundo no lo tienen; que haya Paz en nuestros ojos para que veamos
claras, además de las injusticias y de todo lo mucho negativo que hay, las
esperanzas y la capacidad que todos y todas tenemos, juntos, de cambiar las
cosas a mejor; que haya Paz también en nuestras manos y en nuestras bocas para que todo
lo que hagamos y digamos a favor de la Paz esté hecho en Paz y no en odio ni a la contra de nadie; que
haya una sencilla y directa Paz en nosotros que, frente a los graves recortes sociales que sufrimos, nos lleve a expresar nuestra indignación ante tanta corrupción y tanta incuria del gobierno;
que haya Paz para seguir construyendo, con ternura y determinación,
otro mundo mejor posible aquí y ahora; que haya Paz en nuestro pecho para saber
resistir -al tiempo que promovemos alternativas- la furia de los poderosos que,
por supuesto, saben que vamos a por ellos en son de Paz; que haya Paz no para
escribir nada más que no se haya dicho mil veces sobre la Paz, sino para que tengamos
el coraje –el coraje de la No Violencia que Gandhi enseñó– de desobedecer todo
lo que sabemos que es radicalmente injusto; que haya una Paz serena y
permanente en nuestra alma para, un día, poder besar a nuestros hijos
diciéndoles que hicimos cuanto pudimos para que el cumplimiento de los derechos
humanos, la vida digna que no justifica ni
acepta ninguna violencia, sea una realidad para quienes sufren y no palabrería
en boca de gobernantes.
Feliz 2014 en Paz, en Paz activa,
en No Violencia.