Muy nutritiva me ha parecido la lectura (más vale tarde que nunca) del libro del franciscano noviolento, de la tradición gandhiana de la noviolencia activa, Alain J. Richard: Pilares para una cultura de la no-violencia, Ed. PPC, Madrid, 2006, 76 págs.
Como el libro está muy centrado en los principios teóricos de la Noviolencia –en su caso, una Noviolencia de raíz cristiana– apenas menciona los trabajos concretos de los movimientos pacifistas (como la exigencia del desarme nuclear –en la que el autor ha trabajado ampliamente– o la objeción fiscal ante los gastos militares), pero, en términos generales, como llamamiento ético y espiritual a la vez que político a la actitud profunda de la Noviolencia, me parece una lectura amena y enriquecedora. Hay libros humildes que, de un modo ameno, abren nuestro corazón a la comprensión y a la práctica de la Paz y la solidaridad humana; éste es uno de ellos.
La hondura personal de este franciscano, curtido en muchos trabajos a favor de la Noviolencia activa, se deja entrever en un texto sabia y brevemente escrito. Este libro es magnífico para ser trabajado en grupos (lo mismo que individualmente) y debatir, profundizar y avanzar en la Noviolencia. Es un libro de plena actualidad porque habla de la Noviolencia teniendo en cuenta algunas de las realidades de nuestro siglo XXI: la globalización, la crisis ecológica, la crisis de valores, la violencia estructural, etc.
La Noviolencia es una lucha política en favor de la Justicia y la dignidad de las personas, pero una lucha caracterizada -entre otras cosas- por una transformación radical del propio activista (y de las organizaciones donde trabaja) que denuncia las situaciones de injusticia para tratar de transformarlas; este es, quizás, el gran y sencillo quid de la Noviolencia: no trazar fronteras entre la transformación personal y la justicia social y, en el centro de esto, el respeto a la dignidad humana. Por eso la Política, para el noviolent@, tiene raíces profundas en la Ética y/o en la Espiritualidad; por eso, para el noviolent@, no puede haber tampoco Ética coherente o Espiritualidad coherente sin una Política de fraternidad humana fundada en la Justicia, el respeto cabal a los DD.HH., la Cooperación Internacional, el Desarme, etc.; compromiso social activo y transformación personal en la dirección de la verdad... este libro del franciscano Alain J. Richard nos trae esos nítidos ecos del inmenso, necesario e inaplazable desafío civilizatorio –y personal– que es la opción por la Noviolencia activa, militante.
Sobre la vida, ideas y trabajos de Alain J. Richard: